miércoles, 2 de mayo de 2007

Derechos olvidados entre humo y contenedores

Correr. Es lo único que pasaba por mi cabeza en ese momento. Ni el sonido de los disparos de pelotas de goma, ni el olor a quemado, me distraían de mi objetivo: escapar del caos que se extiende por las calles del barrio de Malasaña, desde hace ya dos días. No me atrevía a mirar atrás, ya que era consciente de que lo primero que podía encontrarme era la porra de uno de los policías que la pasada noche decidieron sumarse a las Fiestas del 2 de Mayo. Malasaña ha revivido por unas horas los disturbios que aquel 1808 levantaron a la ciudad de Madrid contra las tropas de Napoleón, y por los cuales la famosa plaza del barrio, origen de todo el conflicto, recibe su nombre. Quizá sea triste y un tanto exagerado establecer este paralelismo entre la Policía, cuyo papel se supone que es garantizar la seguridad, y unas tropas invasoras. Sin embargo, los sucesos que desde el lunes se repiten en las calles del barrio madrileño demuestran que algo falla en el cuerpo encargado de proteger a los ciudadanos de la capital.

Cientos de jóvenes sintieron ayer que sus derechos eran pisoteados y apaleados. Tratados como animales, acorralados por las fuerzas policiales, la juventud madrileña se plantea si realmente es necesario el grado de represión que la policía emplea para reprimir el temido “botellón”. Seguramente la violencia no sea la solución más adecuada para resolver este gran problema, ya que de esta forma solo se genera nueva violencia. Como personas y como ciudadanos libres, los jóvenes no tenemos porqué soportar el trato recibido por parte de las fuerzas de “seguridad”, cuya actuación fue completamente desproporcionada, y digna de individuos sin razón ni sentido común.

http://www.elpais.com/videos/espana/Disturbios/Malasana/elpvidnac/20070501elpepunac_3/Ves/

http://www.elpais.com/videos/espana/Varias/detenciones/treintena/heridos/segunda/noche/disturbios/barrio/madrileno/Malasana/elpepuesp/20070502elpepunac_2/Ves/

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